1La Fundación Aula de las Metáforas tiene como norte y quehacer medular el impulso, sustento y mantenimiento del espacio denominado “Aula de las Metáforas Fernando Beltrán”, ubicado actualmente en la Casa de Cultura de la villa de Grado (Asturias).
2La Fundación Aula de las Metáforas hace suyo el espíritu de su creador al concebir un espacio destinado a la lectura, el pensamiento y la imaginación, así como su intención de convertirlo en foco de agitación lírica y actividad permanente en torno a la poesía y el hecho poético.
3La Fundación asume como mandato inicial el de conservar el fondo bibliográfico del Aula, así como el de estimular y ayudar a su ampliación mediante adquisición o entusiasta y festiva acogida de donaciones procedentes del mundo cultural, académico y editorial.
4La Fundación pondrá especial énfasis e ilusión en la incorporación a sus fondos de aquellas colecciones privadas pertenecientes a poetas que encontrarán en el Aula un lugar privilegiado y personal para la conservación íntegra tanto de su obra como de su legado bibliográfico.
5La Fundación entiende el ser y el estar de una biblioteca poética como el de un organismo vivo, útil, utópico, esencial y en permanente pie de conciencia; una auténtica sublevación inmóvil, según bautizo simbólico inspirado en el poeta Antonio Gamoneda.
6La Fundación Aula de las Metáforas traza su ámbito de incendio, abrigo y actuación en torno al mundo de la poesía y de cualquier otra manifestación literaria o artística que haga de la belleza, la emoción, el vértigo, el sentido menos común, la alabanza de la lluvia y la ética de la desobediencia su razón de ser.
7La Fundación Aula de las Metáforas se constituye como una institución sin ánimo de lucro, pero con ávido ánimo de lucrarse a manos llenas del inmenso capital inmobiliario gestionado por los poetas a través de esas casas prestadas llamadas poemas.
8La Fundación aspira vivaz y febrilmente a contagiar y ser contagiada por el entorno y las gentes que la rodean, pues solo como palabra pública y habitada tienen sentido el verso, la espuma y el barro de los poetas, así como la existencia de una biblioteca o sublevación inmóvil permanente.
9La Fundación se siente y se resiente asimismo celosamente asturiana, al tiempo que proclama su vinculación raíz a la villa de Grado, sin renunciar por ello a perderse por cuantas ramas y lenguas del universo le sean más propicias para abolir fronteras, fríos, mordiscos y distancias.
10La Fundación interpreta las metáforas como una de las más fértiles, osadas y subversivas herramientas de la observación y la imaginación humanas para azuzar los sentidos, multiplicar el vuelo y hacer más plural, amable, creativo e inesperado el devenir del tiempo.
11La Fundación aborda su andadura con planes concretos, pero fiel también al himno Se sabe dónde comienza, pero jamás dónde concluye una metáfora, escrito y cantado bajo intensa nevada y la bendición del trovador Amancio Prada, como lema inaugural del Aula el 29 de febrero de 2004.
12La Fundación Aula de las Metáforas instituye finalmente el día 29 de febrero como la fecha más inaudita, mágica, incorpórea y poética del calendario, y lo declara por tanto como Día de las Metáforas, a cuyo efecto convocará cada cuatro años su oportuna celebración y lúdico agasajo.